9/12/14

Bombardeo orbital

- Nunca has sido testigo de un bombardeo espacial, ¿verdad? Pues no pierdas detalle. Si es muy intenso, la nave se estremece con la fuerza de los disparos y en la superficie del planeta pueden verse las ondas de choque como gotas de lluvia sobre un estanque.

- ¿Qué potencia tiene cada disparo?

- Eso depende del planeta y su gravedad, pero bastante elevada. No hay cargas explosivas ni sistemas de detonación. Se trata de energía cinética, simple y destructivamente. Un solo disparo afecta a kilómetros cuadrados y en el planeta se siente como un repentino movimiento sísmico de gran intensidad. Los edificios se derrumban, los cristales revientan y las personas quedan aturdidas durante preciosos minutos.

- ¿Y la precisión? ¿La fricción contra la atmósfera y las corrientes de aire no hacen que sea un sistema poco preciso?

- No, lanzamos a esos pequeñines a tal velocidad que las interferencias apenas influyen en la trayectoria. La velocidad ayuda a la potencia del impacto, pero también mejora la precisión. A veces acusan a la flota de utilizar más fuerza de la necesaria, pero no saben que gracias a eso somos mucho más precisos y podemos acertar a un objetivo del tamaño de una persona desde decenas de miles de kilómetros de distancia.

- Con esa precisión y esa potencia de fuego, cualquiera diría que la flota es capaz de ganar cualquier batalla en la superficie de un planeta.

- A veces basta con la amenaza de esa precisión y esa potencia para ganar la batalla.

- Y entonces, ¿por qué llevamos infantería móvil embarcada en la flota?

- Bueno, alguien tiene que buscar a los supervivientes y sentarlos en la mesa de negociaciones.