5/1/15

El soldado 2

No era la primera vez que un soldado quería hablar de lo que había visto, pero guardaba silencio ante ella. Llevaba ya varias semanas en el Sector Libertad y esa actitud se repetía una u otra vez. Guió la unidad de grabación con su dataóptico y la hizo descender delante de sus pies y con la mano, para que fuera evidente y no casual, apagó la luz de grabación. Entonces le miró a los ojos y le invitó a hablar.

El soldado Bian, otro falso soldado Bian, miró ausente, ni siquiera un bombardeo orbital de saturación podría borrar esos ojos perdidos de su rostro, pero habló, sin mirar, como si ella, la joven periodista de campaña, no estuviera allí.

– Me preguntas por qué lo hacemos. Dudo que realmente quieras saberlo, pero lo hacemos porque es nuestro deber, juramos hacerlo y estamos comprometidos con la tarea que nos encomiendan. No tenemos dudas, así es la Infantería Móvil. No te preguntas, como los civiles, si lo que haces es correcto, sabes que lo es. Esa es una clase de confianza que no puedes comprender. No te enfrentarías a la muerte si tuvieras dudas; sabes que está bien y sabes que si una bala enemiga atraviesa tu armadura y acaba contigo, estabas haciendo lo correcto.


«Mañana, cuando escribas la crónica desde la retaguardia, en tu cómodo barracón de periodista que nosotros defendemos, no te preguntes por qué lo hacemos, la verdadera pregunta es cómo podríamos no hacerlo. ¡Somos inmos, somos la RFP!»