15/7/16

La rutina

Tras saber que iban a editar mi novela de El Destructor de Mundos entré en una especie de fase apática en la que sabía que quería escribir y estaba muy ilusionado con la publicación, pero no aparecía ninguna palabra. En aquella época me dediqué a devorar libros y, sobre todo, blog hablando sobre la escritura: cómo plantear una trama, cómo estructurar una novela, cómo escribir, cómo describir, cómo hacer los personajes reales. Algunas cosas eran buenas, algunas eran mediocres y otras se podían resumir en un sencillo: «págame y me leo tu libro», pero, en el fondo, ninguna me sacaba del problema, aunque reconozco que aprendí cosas. La solución vino de una frase, que no recuerdo dónde leí (lo siento) que de forma aproximada decía: «si quieres escribir, escribe» y que se podría explicar mejor diciendo: «si realmente quisieras escribir, no estarías leyendo esto».



Fue una colleja de padre bien dada. Y el caso es que yo ya lo sabía, pero lo había olvidado. Si realmente quieres escribir, te tienes que poner delante de la mesa y hacer algo relacionado con la escritura de la novela, cuento, guión o lo que tengas entre manos. Debes planteártelo como un trabajo, como un profesional, como algo que es mejor hacer todos los días.